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Estudié Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras. Conocía sobre aceites esenciales desde hace bastante tiempo y llegué a Doterra con el deseo de complementar una actividad que realizaba a nivel empresarial. Llegó la pandemia y logré enfocarme de una manera sostenida, lo que me permitió obtener un ingreso estable que es el principal de mi hogar, hoy en día puedo cubrir muchos compromisos importantes como la universidad de mi hijo menor, entre otros.

Soy administradora de negocios internacionales de profesión y cantautora de vocación. Gracias a doTERRA, hoy tengo un negocio propio que financia mi proyecto artístico “Lau Crespa”, y mi vida de nómada digital (he vivido en una van, en una moto, en airbnbs, en hoteles y hostales al rededor del mundo). doTERRA me dio libertad económica y salud integral siendo muy joven, por eso hoy me dedico a acompañar a muchos otros a lograr lo mismo.

Cuando me vinculé a Doterra tuve la certeza de que era una maravillosa oportunidad de negocio; fue más una corazonada al principio y con el tiempo se ha vuelto una constatación vívida y real. Estudié idiomas y lingüística; luego me incliné hacia la psicología y el yoga, y terminé trabajando en programas de bienestar que involucran técnicas cuerpo-mente. Doterra no solo llegó a complementar mi estilo de vida natural, sino también mis ingresos. Muy desde mis inicios, pude pagarmemis propios productos para consumo personal, y con el tiempo ha llegado a ser un ingreso significativo que continúo proyectando hacia la multiplicación y el crecimiento.

Como ingeniera química de profesión, siempre me apasionó la naturaleza y la salud. Después de trabajar en oficina y como independiente, y de formar una hermosa familia, quise encontrar algo que uniera el ingreso económico con el propósito de servir. doTERRA llegó como un regalo del cielo y transformó nuestra vida. Hoy en día disfruto de un negocio sólido con un ingreso económico que jamás me hubiera imaginado y que me permite viajar con mi esposo, pasar tiempo con mis hijos, ayudar económicamente a personas a mi alrededor y vivir con pasión mi día a día. Como si fuera poco, pude darle esta misma oportunidad a mi hija mayor, quién gracias a doTERRA ha cumplido todos sus sueños antes de cumplir sus 30 años.